Elemento: Tierra
Cuadruplicidad: Fijo
Polaridad: Negativo
Regente: Venus
Después de Aries viene Tauro, cuya función es proporcionar un recipiente que contenga las energías arianas y permitir su manifestación. Al igual que la Luna, se convierte en una matriz pasiva cuyo rol es la manifestación física de la energía. Por esto tanto el contenedor como el contenido son valiosos en este proceso, por mucho que la cultura de hoy valore mas lo activo que lo receptivo.
Tauro corrige se alguna manera todas las deficiencias arianas, confiriéndole estabilidad, constancia y persistencia. Limita y concentra estas energías. A Tauro no le interesan las abstracciones de Aries, le interesa la realidad del universo físico, por esto provoca efectos reales y experimentables.
El fogoso Aries es estéril, en cambio Tauro es la tierra fértil y fecunda.
Tauro no ve el mundo físico como instrumento o escenario, lo que le interesa es comprometerse con el, formar parte de el y tener su vivencia maravillosa.
Al igual que Aries no es muy sociable. Prefiere estar a solas, aunque es más calmo y menos agresivo. Tampoco siente la necesidad de aplauso o aprobación.
Tauro disfruta con la presencia del sexo opuesto ya que le brindan la oportunidad de la vivencia de la sexualidad física. Aunque se suele considerar a Escorpio como el signo más sexual, es Tauro el signo de la sensualidad por excelencia.
Si bien Venus es el regente de Tauro, parece ser un planeta que no corresponde adecuadamente a este signo. Es fácil ver como se llegó a este punto. En la antigüedad las diosas de la sexualidad se mezclaban con las de la fertilidad. Sin embargo, en el correr de los tiempos se fueron diferenciando, quedando nuestra actual Afrodita (Venus) como diosa de la sexualidad, del placer, de la necesidad de relacionarnos, de las artes y de la creatividad. Así nuestro Tauro quedo falto de un planeta que lo relacionara con las deidades de lo terreno.
Pareciera más acertado relacionar a Tauro con el único planeta capaz de identificarlo: la Tierra, nuestro propio planeta. Para poder situarla en el Horóscopo podríamos acudir a una imagen más que geocéntrica a una topocéntrica, por lo tanto la línea que nos conecta con el centro de nuestro planeta podría ser el Inmun Coeli, la cúspide de la casa cuatro.
Esta casa tradicionalmente se asocia con el hogar, la familia, nuestros bienes inmuebles y tierras. Todos estos temas lunares podrían explicarnos el por que de la Luna exaltada en Tauro. Pero hay una diferencia a tener en cuenta. La Luna simboliza nuestra necesidad de seguridad más bien emocional, en cambio Tauro lo es de la necesidad de seguridad física y de lo necesario para poder sobrevivir.
Como el mas terrestre de los signos de tierra y el mas fijo de los signos fijo, Tauro es el mas lento del zodiaco. Pero no por eso lo tildaremos de torpe. Su lentitud significa mas bien un caminar buscando el beneficio y la practicidad de los resultados así como una búsqueda de seguridad que finalmente tienen mucho de claridad y de penetrante inteligencia.
Cuadruplicidad: Fijo
Polaridad: Negativo
Regente: Venus
Después de Aries viene Tauro, cuya función es proporcionar un recipiente que contenga las energías arianas y permitir su manifestación. Al igual que la Luna, se convierte en una matriz pasiva cuyo rol es la manifestación física de la energía. Por esto tanto el contenedor como el contenido son valiosos en este proceso, por mucho que la cultura de hoy valore mas lo activo que lo receptivo.
Tauro corrige se alguna manera todas las deficiencias arianas, confiriéndole estabilidad, constancia y persistencia. Limita y concentra estas energías. A Tauro no le interesan las abstracciones de Aries, le interesa la realidad del universo físico, por esto provoca efectos reales y experimentables.
El fogoso Aries es estéril, en cambio Tauro es la tierra fértil y fecunda.
Tauro no ve el mundo físico como instrumento o escenario, lo que le interesa es comprometerse con el, formar parte de el y tener su vivencia maravillosa.
Al igual que Aries no es muy sociable. Prefiere estar a solas, aunque es más calmo y menos agresivo. Tampoco siente la necesidad de aplauso o aprobación.
Tauro disfruta con la presencia del sexo opuesto ya que le brindan la oportunidad de la vivencia de la sexualidad física. Aunque se suele considerar a Escorpio como el signo más sexual, es Tauro el signo de la sensualidad por excelencia.
Si bien Venus es el regente de Tauro, parece ser un planeta que no corresponde adecuadamente a este signo. Es fácil ver como se llegó a este punto. En la antigüedad las diosas de la sexualidad se mezclaban con las de la fertilidad. Sin embargo, en el correr de los tiempos se fueron diferenciando, quedando nuestra actual Afrodita (Venus) como diosa de la sexualidad, del placer, de la necesidad de relacionarnos, de las artes y de la creatividad. Así nuestro Tauro quedo falto de un planeta que lo relacionara con las deidades de lo terreno.
Pareciera más acertado relacionar a Tauro con el único planeta capaz de identificarlo: la Tierra, nuestro propio planeta. Para poder situarla en el Horóscopo podríamos acudir a una imagen más que geocéntrica a una topocéntrica, por lo tanto la línea que nos conecta con el centro de nuestro planeta podría ser el Inmun Coeli, la cúspide de la casa cuatro.
Esta casa tradicionalmente se asocia con el hogar, la familia, nuestros bienes inmuebles y tierras. Todos estos temas lunares podrían explicarnos el por que de la Luna exaltada en Tauro. Pero hay una diferencia a tener en cuenta. La Luna simboliza nuestra necesidad de seguridad más bien emocional, en cambio Tauro lo es de la necesidad de seguridad física y de lo necesario para poder sobrevivir.
Como el mas terrestre de los signos de tierra y el mas fijo de los signos fijo, Tauro es el mas lento del zodiaco. Pero no por eso lo tildaremos de torpe. Su lentitud significa mas bien un caminar buscando el beneficio y la practicidad de los resultados así como una búsqueda de seguridad que finalmente tienen mucho de claridad y de penetrante inteligencia.
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