viernes, 2 de mayo de 2008

DESCUBRIENDO NUEVOS AMIGOS DE RUTA.


En estos últimos días he estado leyendo uno de aquellos libros, que uno, alguna vez compra de oferta y luego guarda sin leerlos jamas. Pero luego, en algún momento sincronico de la vida, te reencuentras con el y te das cuenta de el por qué tenías que leerlo tantos años después. Me refiero a Alfred Adler y su "Sentido de la Vida".

Adler, fue el primer disidente del grupo psicoanalítico de Freud, antecediendo a Jung en dos años. Su vision de la psique lo aleja de toda metafisica, prescindiendo de entidades como inconciente, arquetipos, etc. Es mas bien una psicología que pone su acento en cuestiones mas comprensibles para el tipo pragmático, como las distorsiones que rigen nuestras vidas, anhelos de superación y sentimiento de comunidad.

Su pensamiento, notablemente original y estimulante, ha influido en muchas corrientes psicológicas del siglo XX, desde el personalismo de Carl Rogers hasta Abraham Maslow y los movimientos que acentúan el impulso anímico a la auto-realización creativa, así como en todos los enfoque “holísticos” de la psicología.

A continuación ofrezco una lista de citas tomadas de sus distintas obras, que encontré por ahí, y que nos dan a conocer a un pensador notable.



Confía sólo en el movimiento. La vida ocurre en el plano de los acontecimientos, no el de las palabras. Confía en el movimiento...

Es fácil creer que la vida es larga y los propios dones son vastos -esto es: fácil en el comienzo. Pero los limites de la vida se van haciendo más evidentes; se vuelve claro que una gran obra puede hacerse raramente, si es que se hace alguna vez.

Es más fácil luchar por los propios principios que vivir a su altura.

No hay algo así como el talento. Hay presión.

El mayor peligro en la vida es que puedas tomar demasiadas precauciones.

La únicas personas normales son las que no conoces muy bien.

La verdad es con frecuencia una terrible arma de agresión. Es posible mentir, e incluso matar, con la verdad.

El neurótico está clavado en la cruz de su ficción.

Ninguna experiencia es una causa de éxito o de fracaso. No sufrimos de la conmoción de nuestras experiencias -al así llamado "trauma"- sino que hacemos de ellas lo que conviene a nuestros propósitos.

Herir a otra persona mediante el arrepentimiento es uno de los recursos más sutiles del neurótico, como cuando, por ejemplo, se complace en auto-acusaciones.

El hombre sabe mucho más de lo que comprende.

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